La manta ignífuga emplea para sofocar fuegos pequeños. Es muy importante disponer de este elemento ya que, cuando conatos de fuego, utilizar extintores o agua puede resultar contraproducente. En caso de que haya una persona con ropa en llamas, el procedimiento es muy sencillo: simplemente se debe envolver con rapidez al individuo para extinguir el oxígeno y conseguir apagar el fuego. Permite a sus usuarios cubrirse con ella y facilitar la fuga de las líneas de fuego como pueden ser pasillos, habitaciones o escaleras, reduciendo el riesgo de sufrir quemaduras.
En caso de que haya una persona con ropa en llamas, el procedimiento es muy sencillo: simplemente debe envolverse con rapidez al individuo para extinguir el oxígeno y conseguir apagar el fuego. Permite a sus usuarios cubrirse con ella y facilitar la fuga de las líneas de fuego como pueden ser pasillos, habitaciones o escaleras, reduciendo el riesgo de sufrir quemaduras.
Se recomienda su instalación en áreas con personas con movilidad reducida como geriátricos, guarderías u hospitales, donde la evacuación siempre resulta más lenta de la deseada y el riesgo de quemaduras es mayor.
La manta ignífuga ofrece una protección de los empleados y bienes y gracias a su ligereza puede ser utilizada por cualquiera.
Es necesario señalizar su ubicación con una placa.